jueves, 14 de mayo de 2009

Rusos III



Zapoi es un término ruso que significa emborracharse hasta caer por los suelos. Desgraciadamente, son muchos los casos de muerte por congelación en la calle -en el fondo, el ¡zapoi! es un último grito de deshinibición y de amargura sin fin.

Envidia” fue el zapoi literario de Yuri Olesha (1899-1960). Escrita en 1927, esta corta novela resultó ser a la vez un experimento de una belleza poética sin medida y una grieta por donde Olesha se alejó de las normas del “realismo social” y del terror de Stalin.

Se trata del monólogo de Nikolái Kavalérov, borracho y vagabundo, que un día es recogido entre los escombros por Andréi Bábichev, director de una fábrica de alimentación para masas proletarias y representante de los valores del nuevo régimen. Nikolái el perdedor, sin embargo, se va llenando de odio hacia el ciudadano ejemplar que es Andréi en una disputa en que su voz del subsuelo no tiene ni réplica ni esperanza; pero sí mucha envidia.

Mientras Nikolái va escupiendo bilis negra con regusto a vodka y desilusión, su bajada a los infiernos avanza en una deriva etílica que esconde mucha ambigüedad. Envidia” llegó a ser valorada por los críticos de la revista estalinista Pravda. Pero la denuncia de Olesha no iba hacia la descomposición del viejo mundo, sino en contra del Partido que aplastaba cualquier brote de vida.

Después de “Envidia”, sólo quedaba el silencio. Pero Olesha había tendido un puente que llegaría hasta la literatura del deshielo y las cumbres de Solzhenitsyn o Shalamov.

(Reseña publicada en Go Mag)

1 comentario:

  1. soy yo el anónimo:

    por si le interesa, en sus ensayos "Blumsbury y otros ensayos" de virginia woolf, tiene un apartado interesante sobre la literatura rusa. también habla de hemingway y la emoción de escribir como se torea, y de henry james (eso es lo peor)

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